¿CÓMO SE PUEDE SER BUENOS MILITARES, Y AL MISMO TIEMPO SER SERVIDORES DE LA VOLUNTAD DE CRISTO?..........
¿CÓMO PUEDEN SER BENDECIDOS AQUELLOS QUE INCITAN A LOS NIÑOS
A LA VIOLENCIA Y AL ASESINATO?
¿CÓMO PUEDEN SER BENDECIDOS AQUELLOS QUE CORTAN CABEZAS DE NIÑOS PARA LUEGO VENDERLAS A LAS CASAS DE COSMÉTICA?
Jesús le respondió:
- Escrito está: No vive de solo pan el hombre, sino de todo lo que Dios dice.
Entonces el diablo con sutiles artimañas le condujo a un elevado monte, y le puso a la vista en un instante todos los reinos de la redondez de la Tierra.
Y le dijo:
- Yo te daré todo este poder y la gloria de estos
reinos; porque se me han dado a mí, y los doy a quien quiero.
Si tú quieres, pues, adórame, y serán todos tuyos.
Jesús como respuesta le dijo:
- Escrito está también: ADORARÁS AL SEÑOR DIOS TUYO, Y A ÉL SOLO SERVIRÁS.
Y llegó hasta llevarlo a Jerusalén, y lo puso sobre el pináculo del templo, y le dijo:
- Si tú eres el Hijo de Dios, tírate desde aquí hasta abajo, porque está escrito que mandó a sus Ángeles que te
guarden y que te lleven en las palmas de sus manos, para que no tropiece tu pie contra piedra alguna.
Jesús le replicó:
- Dicho está también: NO TENTARÁS AL SEÑOR DIOS TUYO.
Deteniéndose un instante miró a todos sus discípulos que lo
seguían
y comenzó a decir:
- Bienaventurados son los que ahora tenéis hambre, porque seréis saciados.
Bienaventurados los que ahora lloráis, porque reiréis.
Bienaventurados seréis cuando los hombres os aborrezcan, y os
separen y expulsen de sus
sinagogas, y os afrenten, y digan abominaciones de
vuestro nombre diciendo que es maldito.
Todo esto lo harán por el odio que alimentan hacia el Hijo del
hombre.
Cuando llegue ese día,
alegraos y saltad de gozo, porque os está reservada en el Cielo
una gran
recompensa, al igual que el trato de “aquellos” que eran Padres de los
profetas,
y que tenían con ellos.
Más, ¡ay de vosotros los ricos, porque ya tenéis vuestro
consuelo en este mundo!
¡Ay de vosotros los que andáis ya hartos!, porque sufriréis
hambre.
¡Ay de vosotros que ahora reís!, porque llegará el día en el
que os lamentaréis y lloraréis.
¡Ay de vosotros cuando los hombres
mundanos os aplaudan!, de igual manera que hacían los padres con los falsos
profetas.
¿CÓMO ES POSIBLE QUE EXISTAN ESTAS
SEPARACIONES DENTRO DEL SENO DE LA SANTA, CATÓLICA Y APOSTÓLICA
IGLESIA CATÓLICA?.....
¿Cuando se aplicaran los consejos dejados
en los Evangelios?
Ahora bien, a vosotros que me escucháis,
que estáis cercanos a mí yo os digo:
¡Amad a vuestros enemigos y haced el Bien a
quiénes os aborrezcan!
Bendecid a los que os maldigan, y orad por los que os
calumnian.
A quien os hiera en una mejilla, presentarle igualmente la
otra, y a quién os quitara os quite
la capa, no le impidáis que os quite igualmente la túnica.
A todo el que os pida, dadle, y al que os
robe las cosas, no se las reclaméis.
Tratad a los hombres de la misma manera que vosotros
quisierais que ellos o tratasen.
Porque si amáis tan solo a los que os aman, ¿qué mérito es el
vuestro?
También los pecadores aman a quien los ama a ellos.
E igualmente os digo que si tan sólo hacéis Bien a los
que Bien os hacen,
¿qué mérito tenéis en ello?, puesto que los
pecadores también hacen lo mismo.
Y si prestáis a aquellos de los que esperáis que luego os
recompensen,
¿Dónde está vuestro mérito? También los malos prestan a los malos,
a cambio de recibir de ellos otro tanto.
Es por esto que os digo:
Amad a vuestros enemigos.
Haced Bien y prestad, sin esperanza de recibir nada por ello, y os
aseguro que
será grandísima vuestra recompensa, y entonces llegaréis a ser
Hijos del Altísimo,
porque Él es Bueno incluso para los ingratos y los malos.
Igualmente con Su Altísima Presencia y con Su Luz los consuela y alimenta.
Por todo ello, sed pues, misericordiosos, como también lo es
vuestro Padre.
No juzguéis mal y no seréis mal juzgados.
No condenéis mal, y no seréis mal condenados.
Perdonad, y seréis perdonados.
Dad, y se os dará. Se os echará en vuestro regazo una buena
medida, apretada
y bien colmada, hasta que se derrame, porque según la Sagrada
Ley del Padre,
con la misma medida que midiereis a los demás se os medirá a
vosotros.
Esta es la Principal Ley del Padre
Creador. Si podéis entenderla, hacedlo y gozaréis.
Pero JesúsCristo, penetrando en la naturaleza de sus
pensamientos, les dijo:
- Todo reino dividido en partidos contrarios quedará
destruido, y una casa
dividida en facciones os aseguro que camina hacia la
ruina.
¿CÓMO ES POSIBLE QUE "CIERTAS
CONDUCTAS CONTRARIAS"
SE HAGAN COMPATIBLES CON LOS DICTÁMENES EVANGÉLICOS?
A esto que según hablaba con poderosa y viva voz, iba caminado
entre las multitudes y mirando a cada uno de los interiores. Los discípulos le seguían sin sabed si se iba a parar, o sentar en algún lugar alto para seguir hablando a todos.
Y prosiguió con esta cuestión:
- Ahora os hago una pregunta:
¿Acaso un ciego puede guiar bien a otro ciego?
¿No es más probable que caigan los dos a un precipicio?
Escuchad pues porque yo os digo que no es el discípulo superior al maestro, pero puede llegar a la perfección, si lograra ser semejante a su maestro.
Y mirando a uno le dijo:
- Más tú, ¿por qué miras la mota en el ojo de tu hermano, y no reparas en la viga que tienes en el tuyo?
O, ¿con qué autoridad dices a tu hermano: Hermano, deja que te quite la mota del ojo, cuando tú mismo no das en quitar la viga que tienes en el tuyo?
¡Hipócrita, saca primero la viga de tu ojo, y después podrás ver cómo has de sacar la mota del ojo de tu hermano!
A todos os digo que no es árbol bueno el que da malos frutos, ni árbol malo el que da frutos buenos.
Cada árbol por su fruto se le conoce, y no se cogen higos de entre los espinos, ni de las zarzas racimos de uvas.
El hombre bueno que contiene Buen Tesoro en su corazón saca cosas buenas, así como el mal hombre las saca malas, del Mal Tesoro de su corazón, porque os digo que de la abundancia del corazón habla la boca.
¿Por qué, entonces, me estáis llamando, Señor, Señor, y obrando así luego no hacéis lo que yo os digo?
Yo os quiero enseñar que aquel que es semejante a mí, viene a mí, escucha mis palabras y luego las pone en práctica.
Os confirmo que si escucháis y hacéis todo esto que os digo, es semejante a aquel hombre que, queriendo construir una casa, cavó tan hondo y puso los cimientos sobre la roca firme.
Después, cuando llegó una inundación y el río descargó toda su furia de golpe contra la casa, no pudo derribarla, porque estaba fundada, asentada sobre la firme roca.
Si embargo, aquel que escucha mis palabras y no las pone en práctica a través de sus obras, es semejante al hombre que fabricó la casa sobre tierra fofa sin poner cimiento seguro, y contra la cual descargó su ímpetu el río, y luego cayó, y grande fue la ruina de aquella casa.
Terminando de decir esto, pareció que enmudeció. No dijo nada más sino que pasando a través de todos los presentes, se dirigió y entró en Cafarnaúm.
Algún tiempo después, el Señor, habiendo convocado a los 12 Apóstoles, les recordó lo que les dijo cuando los eligió de entre tantos discípulos y les dijo: - Tiempo es de que los “jinetes” comanden a sus “caballos”, y los “caballos” vayan conociendo a sus “jinetes”.
Yo, en el día de hoy, y por querer del Santo Espíritu os doy el Poder y la Autoridad del Cielo sobre todos los demonios, y la Virtud de curar enfermedades.
Sabéis y habéis visto lo que la Virtud del Espíritu es capaz de donar, así pues Yo os envío a predicar con las obras el Reino de Dios, y a dar salud a los enfermos.
Escuchad, no llevéis nada para el viaje, ni tan siquiera palo para defenderos, ni alforjas para las provisiones, ni pan, ni dinero, ni mudas de ropa.
En cualquier casa que seáis invitados y que entréis, permaneced allí, y después de hacer lo que os toque hacer, salid de allí.
Y donde nadie os recibiere, al salir de la ciudad, sacudid el polvo de vuestros pies, en testimonio contra sus moradores, pues es el Santo Espíritu y Su Voz del Cielo la que guiará vuestros pasos.
Después de muchas preguntas y dilatadas conversaciones, partieron, e iban de lugar en lugar, anunciando el Evangelio, la Buena Nueva y curando enfermos por todas partes gracias al Poder que el Señor infundió sobre ellos.
¿POR QUÉ SE CENSURA A AQUELLOS QUE TIENEN FACULTADES SUPERIORES Y RESPETAN LOS PRECEPTOS EVANGÉLICOS?....
Libertad de expresión Cristiana.
Al siguiente día se congregaron en Jerusalén, los Jefes magistrados, los ancianos y los escribas, e hicieron comparecer en medio de todos a los apóstoles, entonces les preguntaron:
- ¿Con qué autoridad, o en nombre de quién habéis hecho esa acción sanadora?
A lo cual Pedro, lleno del Santo Espíritu, les respondió:
- Príncipes del pueblo, y vosotros ancianos de Israel, escuchad bien.
Puesto que en este día se nos pide explicación del bien que hemos hecho a un hombre lisiado, y también se quiere saber por virtud de quién ha sido curado, os declaramos a todos vosotros y a todo el pueblo de Israel que la curación se ha cumplido en el nombre de nuestro Señor Jesús, el Cristo, nazareno de origen, a quien vosotros crucificasteis y Dios ha resucitado.
Es en Virtud de tal nombre se presenta sano ese hombre a vuestros ojos.
Sabed que JesúsCristo es aquella “piedra” que vosotros desechasteis en la “edificación”, y la cual es la “piedra angular”.
Por lo tanto fuera de Él no hay que buscar la salvación de nadie, pues no ha sido dado a los hombres otro nombre debajo del cielo que nos cubre por el cual podamos optar a salvarnos.
¿ESTO ES DAR EJEMPLO DE VIDA Y DE VERDAD SEGÚN MANDATO DE LA LEY DEL PADRE?.....
Pero JesúsCristo, penetrando en la naturaleza de sus pensamientos, les dijo:
- Todo reino dividido en partidos contrarios quedará destruido, y una casa dividida en facciones os aseguro que camina hacia la ruina. Si, pues, Satanás está también dividido contra sí mimo, ¿cómo ha de subsistir su reino?
Y ya que vosotros decís que yo expulso los demonios por arte de Belcebú, ¿por virtud de quién los expulsan vuestros hijos?
Por ello os digo que vuestros hijos serán vuestros jueces.
Pero ya que yo expulso los demonios gracias al “dedo de Dios”, es evidente que ha llegado ya el Reino de Dios a vosotros.
Cuando un hombre valiente y bien armado guarda la entrada de su casa, todas las cosas están seguras., pero si otro más valiente que él asaltándole le vence, le desarmará de todos sus arneses, en los que tanto confiaba, y repartirá sus despojos por doquier.
Mirando detenidamente a todos los que le habían intentado provocar, añadió:
- Quien no está conmigo, está contra mí, y quien no recoge según yo muestro, desparrama.
Y le trajeron, al Señor, algunos niños para que les impusiera las manos como bendición.
Ante lo cual, los discípulos que lo vieron, lo impedían con ásperas palabras, por considerar que era un capricho.
Más el Señor, llamando a los niños dijo a sus discípulos:
- ¡Dejad que los niños vengan a mí!, y no se lo prohibáis, porque yo os digo que de éstos es el Reino de los Cielos, el Reino de Dios.
Y verdaderamente os digo que quien no recibiera el Reino de Dios como un niño, con su sencillez, no entrará en él.
Un día, dijo el Señor a sus discípulos:
- Imposible es que no sucedan escándalos. No obstante, ¡ay de aquél que los cause!
Menos mal sería para él que le echasen al cuello una rueda de molino y le arrojasen al mar, en comparación a que él escandalizara a uno de estos pequeños.
¿NO HA SIDO DICHO: SOIS TODOS IGUALES, HERMANOS Y HERMANAS ANTE EL SEÑOR?.......
Y les dijo: - La mies en verdad es mucha, pero los
trabajadores son pocos. Rogad, pues, al dueño de
la mies que envíe más obreros a su mies.
Vosotros, que hoy os he elegido, os envío a predicar con la Palabra del Cielo y con las Buenas obras como corderos entre los lobos.
Como les dije a los otros, os digo a vosotros:
No llevéis bolsillo, si alforja, ni calzado, ni os paréis a saludar a nadie por el camino.
Y perseverad en aquella misma casa Allí donde seáis bien recibidos entrad, y decid antes de nada: La Paz del Cielo sea siempre en esta casa; puesto que si en ella hubiese algún hijo de la Paz, descansará vuestra Paz sobre él, y donde no fuera así, se volverá a vosotros.
que sois bien recibidos, comiendo y bebiendo de lo que tengan y ofrezcan, pues el que trabaja con Buenas obras, merece su recompensa.
En cualquier ciudad que entraréis, y os hospedaran, comed lo que os ofrecieran, y curad a los enfermos que en ella hubiera, y decidles luego: “El Reino de Dios está cerca de vosotros, buscad”.
Pero si en la ciudad donde hubiereis entrado no quisieran recibiros, sin temor id a las plazas y decid:
“Hasta el polvo que se nos ha pegado de vuestra ciudad, lo sacudimos, contra vosotros. No obstante tenéis que saber que el Reino de Dios está cercano”.
Id pues que yo os aseguro que Sodoma será tratada en aquel día con menos rigor que la tal ciudad.
¿ACASO NO ES MÁS PROVECHOSO PARA EL ESPÍRITU HACER VOTO DE HUMILDAD Y FRATERNIDAD?....
¿QUÉ HOMBRE, VIENDO A TODOS SUS HERMANOS PASAR HAMBRE, NO COGE Y VENDE TODO LO QUE POSEE PARA QUE PUEDAN ALIMENTARSE?
Entonces, uno que estaba presente entre tanto auditorio, le dijo:
- Maestro, dile a mi hermano que me dé la parte que me toca de la herencia.
Y el Señor Jesús le respondió:
- ¡Oh hombre!, ¿quién me ha constituido a mi como juez y repartidor entre vosotros. Estad alerta, y guardaos de toda avaricia, puesto que no depende la vida del hombre de la abundancia de los bienes que él posee.
Escuchad:
Un hombre rico tuvo una extraordinaria cosecha de frutos en su heredad.
Discurría para consigo, diciendo: “¿Qué haré, que no tengo sitio capaz de contener tantos frutos?
Al final se dijo: “Ya se lo que hacer. Derribaré mis graneros, y construiré otros mayores, donde almacenaré todos mis productos y mis bienes, con lo que diré a mi Alma: “¡Oh Alma mía!, ya tienes muchos bienes de repuesto para muchísimos años. Ahora descansa, come y bebe, y date buena vida”.
Y en ese mismo momento le dijo Dios: ¡Insensato, esta misma noche han de exigir de ti la entrega de tu Alma! ¿De quién será cuanto has almacenado?
Esto es lo que sucede, al que atesora para sí, y no es rico para con Dios.
ORIGINARIA CAPILLA LLENA DE HUMILDAD Y RECONOCIMIENTO HACIA MARIA Y SU VISITA EN FÁTIMA.
EXPLANADA DE FÁTIMA EN LA ACTUALIDAD.
Humilde ofrenda de una viuda pobre.
Estando un día en el templo, Jesús estaba mirando con atención hacia el gazofilacio, donde
se depositan los ofrecimientos, y vio a varios ricos que iban echando en él sus ofrendas,
y vio, también a una pobrecita viuda, la cual echaba dos pequeñas monedas, y dijo a sus
discípulos que estaban con Él:
- En verdad os digo que esa pobre viuda ha echado más que todos ellos juntos, ya que todos ellos han ofrecido a Dios parte de lo que le sobra, pero ésta mujer, de su misma pobreza
ha dado lo que tenía y que le era necesario para su sustento.
Estaban oyendo todo esto los fariseos, que eran avarientos, y se burlaban de Él.
Más JesúsCristo les dijo:
- Vosotros os tenéis por justos delante de los hombres, pero Dios conoce el fondo de vuestros corazones, porque os digo que a menudo sucede que lo que parece sublime a los ojos humanos, a los ojos de Dios es abominable.
La Ley y los profetas han durado hasta Juan el que bautizaba; desde ese momento, el Reino de Dios es anunciado y todos se esfuerzan por entrar en él.
Más os digo que es más fácil que perezcan el Cielo y la Tierra, que el que se deje de cumplir un solo ápice de la Ley.
Cualquiera que repudie a su mujer, y se case con otra, comete adulterio y comételo también el que se casa con la repudiada por su marido.
¿DE QUÉ SIRVEN LAS PALABRAS SI NO SON APOYADAS CON LAS OBRAS?....
Después de escuchar con atención, dijo el Señor:
- ¿Pensáis que aquellos galileos eran entre todos los demás de Galilea los mayores pecadores porque fueron castigados de esa forma? Yo os aseguro que no; y entended bien que si vosotros no hicierais penitencia, renunciando a todo aquello que os es contraproducente, todos pereceréis igualmente.
Como también ocurrió con aquellos 18 hombres sobre los cuales cayó la Torre de Siloé, y los mató. ¿Acaso pensáis que fuesen los más culpados de todos los moradores de Jerusalén?
Yo os confirmó que no, más si vosotros no hiciereis la necesaria penitencia, todos pereceréis igualmente.
Parábola de los Viñadores.
- Un señor plantó una viña, y la arrendó a ciertos viñadores para que se hicieran cargo de ella.Él, se ausentó a un lugar lejos, muy lejos de allí, durante una larga temporada.
echaron con las manos vacías.Llegado el momento envió a un embajador, servidor suyo, a los arrendatarios para que le dieran su parte de los frutos logrados en su viña; más ellos, después de haber maltrato a éste siervo, lo echaron fuera.
El amo y señor, envió pues a otro, y a éste también le hirieron y lo echaron igualmente fuera.
Entonces el amo de la viña, que era el dueño también, se dijo:
“¿Qué puedo hacer más ya?
Enviaré a mi más preciado hijo, y quizá, cuando lo vean y conozcan quién es, le tendrán más respeto que a los siervos míos que envié”.
Y lo envió.
Más, luego que los colonos le avistaron, discurrieron entre sí, diciéndose:
“Este es el heredero; matémosle, y de esta manera la herencia quedará como nuestra”.
Y habiéndole arrojado fuera de la viña de su padre, le mataron.
Y el Señor añadió:
Ahora os pregunto yo a vosotros que me oís:
¿Qué hará, pues, con ellos el dueño y amo de la viña?
Yo os digo que vendrá en persona, y destruirá con justicia a estos arrendatarios ingratos, y dará su viña a otros que la tengan merecida.
Dicho esto, algunos de los príncipes de los sacerdotes que se habían quedado, dijeron: - No lo permitirá Dios, esto.
Jesús, se volvió y clavó su mirada en los ojos de ellos, y les dijo con voz profunda y poderosa:
- Pues según vosotros, ¿qué quiere decir esto que ha sido escrito en la Sagrada Ley que vosotros decís respetar?: “LA PIEDRA QUE DESECHARON LOS ARQUITECTOS, ESA MISMA VINO Y SE CONVIRTIÓ EN LA PRINCIPAL PIEDRA ANGULAR.
DE TAL SUERTE QUE LOS QUE CAYESEN FRENTE A ELLA, SE ESTRELLARÁN; Y AQUEL SOBRE EL QUE ELLA CAYERE QUEDARÁ COMPLETAMENTE HECHO AÑICOS”.
Decidme, vosotros doctores de la Ley, ¿qué significan éstas palabras de la Sagrada Ley?
Y entonces los príncipes de los sacerdotes y los escribas, desearon perderle en aquella misma hora, para librarse de Él, porque bien sabían que la dicha parábola contra ellos era dirigida.
Más temieron la reacción del pueblo y no hicieron nada.
Ahora lean con mucha ATENCIÓN
cómo la Iglesia Católica Vaticana
dirije desde el año 1.550-.
Jesús Reprende a los Doctores de la Ley.
Entonces uno de los doctores de la Ley le dijo:
- Maestro, hablando así, también nos afrentas a nosotros. Y Él les respondió:
- ¡Ay de vosotros también, doctores de la Ley, porque echáis sobre los hombres cargas que no pueden soportar, y vosotros, ni con la punta de un dedo las tocáis!
¡Ay de vosotros que fabricáis mausoleos a los profetas, después que vuestros mismos padres fueron quienes los mataron!
En verdad dais a conocer que aprobáis los atentados de vuestros padres, porque si ellos los mataron, vosotros edificáis sus sepulcros.
Por eso dictó también la Sabiduría de Dios: “Yo les enviaré mis profetas y sus apóstoles, y matarán a unos, y perseguirán a los otros”.
Para que a esta nación se le pida cuenta de la sangre de todos los profetas, que ha sido derramada desde la creación del mundo hasta hoy, desde la sangre de Abel hasta la sangre de Zacarías, matado entre el altar y el templo, yo os digo:
A esta raza de hombres se le pedirá de ello cuanta rigurosa.
¡Ay de vosotros, doctores de la Ley, que os habéis reservado la llave de la ciencia!, ¡porque vosotros mismos no habéis entrado, y a los que iban a entrar se lo habéis impedido! Diciéndoles todas estas cosas, irritados los fariseos y los doctores de la Ley empezaron a contradecirle fuertemente, y a pretender taparle la boca de muchas maneras, armándole
emboscadas, buscando de sonsacarle alguna palabra de la cual poder acusarle.
A lo que el Señor le respondió:
- ¿Quién piensas que es sino un “criado vigilante” sino aquel administrador fiel y prudente, respetuoso con la Ley de su “amo” y Su Justicia, a quien su “amo” constituyó como mayordomo de Su “familia”, para distribuir sabia y justamente a cada uno a su tiempo y medida el “trigo” o “alimento” correspondiente?
Dichoso es un “siervo” tal, si su “amo” cuando regrese lo encuentra realizando tan sabiamente su deber.
En verdad, observándolo cómo se afana en ello, le dará la superintendencia de todos sus “bienes”. Pero si tal “criado” dijere en su corazón: “Mi amo no piensa en venir tan pronto puedo dejar esto para otro día”, y comenzara a maltratar a los criados dependientes de él y también a las criadas, y a comer y a beber hasta embriagarse, regresará el “amo” de tal “siervo” en el día que menos lo espera, y en la “hora” que el siervo no sabe, lo echará de su “casa” y le dará el “pago” que corresponde a los “criados infieles”.
De manera que aquel “siervo” que habiendo conocido la Justa Voluntad de su “amo”, no puso en orden las cosas, ni se portó conforme quería su señor, recibirá muchos “azotes”. Más aquél “siervo” que sin conocerla, hizo cosas que de por sí merecen “castigo” será menor el éste, porque el “amo” pedirá cuenta de mucho a aquel a quien mucho se le entregó, y a quien se le han confiado muchas más cosas, muchas más cuentas le serán pedidas, cuando el “amo” regrese de su partida.
NADIE PODRÍA IMAGINAR QUE DENTRO DEL VATICANO PUDIERAN SUCEDER ESTOS ACONTECIMIENTOS.
Purificación del Templo.
Y una vez entró en Jerusalén lo primero que hizo fue ir al templo, y entrando
en él vio lo que allí hacían, y con
Poder y determinación comenzó a expulsar a todos que
estaban vendiendo y comprando en él, diciéndoles:
- ¡Escrito está en vuestra Ley!: “MI CASA ES CASA DE ORACIÓN, MÁS VOSOTROS LA HABÉIS CONVERTIDO EN UNA CUEVA DE LADRONES”.
Nadie quedó, más todos aquellos que querían escuchar la Voz de Dios en la Tierra, allí permanecieron para oírla.
Y todos los días allí, en el templo, enseñaba a quien se acercaba a escuchar.
Por ello, los príncipes de los sacerdotes, y los escribas, y los principales más notorios del pueblo, que tenían parte en las compras y las ventas, buscaban cómo quitarlo de en medio, y matarlo.
Y no hallaban la manera de obrar contra él, porque todo el pueblo estaba con la boca abierta y escuchándole.
Tal era la Sabiduría y Honor que surgían de la boca de JesúsCristo, el Señor.
Parábola del mal juez.
Y les propuso en respuesta esta parábola, para hacerles ver que es conveniente orar, perseverantemente con las palabras y con las buenas obras, y no desfallecer, diciéndoles:
- En cierta ciudad había un juez que no alimentaba ningún temor hacia Dios, ni tenía respeto alguno por ningún hombre.
Vivía en la misma ciudad una viuda, la cual solía ir a él, diciendo:
“Hazme justicia de mi contrario”.
Más el juez en mucho tiempo no quiso hacérsela, y después dijo para consigo:
“Aunque yo no temo a Dios, ni respeto a hombre alguno, para que me deje en paz esta viuda, le haré justicia, a fin de que no venga tan continuamente a romperme la
cabeza”.
Fijaros, lo que este juez inmoral llegó pensar. Pues si éste siendo como era, hizo lo que hizo, ¿creéis que Dios dejará de hacer Justicia por sus elegidos, que claman a Él tanto de día como de noche, y que han de sufrir siempre que se les oprima y censure?
Os aseguro que Dios no tardará en hacer Justicia Divina por los agravios hacia ellos cometidos.
Y ahora os pregunto yo:
Cuando regrese el hijo del hombre, ¿os parece que hallará fe sobre la Tierra?
El hombre rico y el mendigo Lázaro.
Hubo cierto hombre muy rico que se vestía de púrpura y de lino finísimo, y tenía cada día espléndidos banquetes.
Al tiempo mismo vivía un mendigo, llamado Lázaro, el cual, cubierto de llagas, yacía a la puerta de éste, deseando saciarse con las migajas que caían de la mesa del rico, mas nadie se las daba, sin embargo los perros venían y lamínale las llagas.
Sucedió después de tiempo que dicho mendigo falleció, y fue llevado por los Ángeles al seno de Abraham.
Falleció también el rico, y fue sepultado en el infierno, y cuando estaba en los tormentos, levantando los ojos vio a lo lejos a Abraham y a Lázaro en su seno, y exclamó diciendo:
“Padre mío Abraham, compadécete de mí y envíame a Lázaro para que, mojando la punta de su dedo en agua, me refresque la lengua, pues me abraso en éstas llamas”.
Y Abraham le respondió:
“Hijo, acuérdate que recibiste bienes durante tu estancia en la vida, y Lázaro, al contrario, sufrimientos, y es así que éste, según la Suprema Ley, ahora es consolado, y tú atormentado.
A parte que, entre nosotros y vosotros hay de por medio un abismo insondable, de suerte que los que de aquí quisieran pasar a vosotros, no podrían, ni tampoco de ahí pasar acá”.
Y el rico entonces le dijo:
“Te ruego, ¡oh padre! Que lo envíes a casa de mi padre, donde tengo 5 hermanos, con el fin de que los avise, y no les suceda a ellos, por seguir mi mal ejemplo, lo mismo que a mí y venir a este lugar de tormentos”.
Y Abraham le replicó:
“Ya que tienen a Moisés y a los profetas de Dios, ¡que los escuchen!
Y el rico a su vez dijo:
“No basta con esto, ¡oh padre Abraham!, pero si alguno de los fallecidos fuera a ellos, seguro que harán penitencia”.
Abraham le respondió:
“Si a Moisés y a los profetas de Dios no los escuchan, aunque uno de los fallecidos resucite, tampoco le darán credibilidad”.
Parábola del mayordomo infiel.
Decía también Jesús a sus discípulos:
- Érase un hombre rico que tenía un mayordomo, del cual por la voz de otros vino a entender que le había disipado sus bienes.
Le llamó entonces y le dijo:
“¿Qué es esto que oigo de ti? Dame cuenta de tu administración, porque de ser así no quiero que cuides en delante de mi hacienda”.
Entonces, el mayordomo pensó para sí:
“¿Qué haré, pues mi amo me quita la administración de sus bienes? Yo no soy bueno para cavar, y para mendigar no tengo cara.
Ya sé lo que tengo que hacer para que, cuando sea removido de mi mayordomía, halle yo personas que me reciban en su casa”.
Llamando, pues, a cada uno de los deudores de su amo, dijo al primero:
“¿Cuánto debes a mi amo?”.
Y éste le respondió:
“Cien barriles de aceite”.
Entonces le dijo el mayordomo:
“Coge tu factura, siéntate, y haz al instante otra de cincuenta”.
Dijo después a otro:
“Y tú, ¿cuánto me debes?”
Y respondió:
“Cien coros de trigo”.
Y le dijo:
“Toma tu factura y escribe ochenta”.
Habiendo llegado esto a conocimiento del amo, alabó a este mayordomo infiel, no por su infidelidad, sino de que hubiese sabido portarse sagazmente, porque los hijos de este signo, amantes del mundo, son en sus negocios más sagaces que los hijos de la luz o del evangelio, en el negocio de su eterna salud interior.
Por esto yo os digo a vosotros: Sed buenos y justos amigos de vuestros amigos, aunque estos tengan riquezas, que son manantial de iniquidad, para que cuando falleciereis, seáis recibidos en las moradas eternas.
Quien es fiel en lo poco, también es fiel en lo mucho, y quien es injusto en lo poco, también lo es en lo mucho.
Si en las falsas riquezas no habéis sido fieles, ¿quién os dará las verdaderas o las plenas de gracia?, y si en lo ajeno no fuisteis fieles, ¿quién pondrá en vuestra manos lo propio?
Ningún criado puede servir a dos amos, porque o aborrecerá al uno, y amará al otro, o se aficionará al primero, y no hará caso del segundo.
No podéis servir a Dios y al tiempo a las riquezas.
¿QUÉ ESPÍRITU ES CAPAZ DE PROPONER EL CAMBIO EN LA FILOSOFÍA ESPIRITUAL DEJADA A LOS HOMBRES POR CRISTO?
Jesús en el Monte de los Olivos.
Salió, entonces, Jesús, habiendo acabado la cena pascual, y se fue, como acostumbraba, hacia el monte de los Olivos para orar.
Y con Él fueron los Apóstoles.
Y llegados allí, Jesús, les dijo:
- Orad, pedid de no caer en la tentación.
Y se apartó de ellos como un tiro largo de piedra, en habiéndose detenido, hincó las rodillas y se metió en intensa oración, diciendo:
- Padre mío, si es de tu agrado, aleja de mí este cáliz. No obstante, no se haga mi voluntad, sino la tuya.
Y en esto se le apareció un Ángel luminoso del cielo, para darle consuelo y confortarlo. Y, tan intensa era su oración que tenía como temblores, y le vino un sudor en la frente como gotas de sangre, que chorreaba hasta el suelo.
Una vez terminado este tormentoso momento, se levantó de la oración, y se acercó al lugar donde dejó a los Apóstoles, hallándolos dormidos.
Y llamándolos, le dijo:
- ¿Por qué dormís? Levantaos y orad, para evitar caer en las tentaciones que os vendrán.
Y nada más decir estas palabras, oyeron como un tropel de gentes que se acercaban. Los Apóstoles pensaron que eran gente del pueblo que no pudiendo esperar, subían al encuentro del Maestro.
Y, al frente de este tropel de gentes venía, uno de los 12 elegidos por el Señor. Ése que iba en cabeza, era Judas Iscariote, cuyo rostro estaba desencajado por el miedo, ya que los que lo seguían eran soldados.
Una vez llegados, Judas, se arrimó a Jesús y le besó.
Y Jesús mismo le dijo:
- ¡Oh Judas!, ¿así es como has concertado entregar al Hijo del hombre, con un beso?
Y el silencio fue la respuesta dada por Judas a su Maestro.
Los demás viendo lo que iba a suceder, algunos huyeron despavoridos, y otros quedaron y dijeron:
- Señor, nosotros te defenderemos, incluso con la espada.
Y uno de los 12 hirió a un lacayo del príncipe de los sacerdotes, y le cortó la oreja derecha de tajo.
Jesús tomó la palabra y dijo:
- Parad, no sigáis adelante.
Entonces se acercó al herido, el cual gemía de dolor y asustado como estaba reculaba de su presencia.
Y el Maestro le dijo:
- No temas. Estate tranquilo.
Y recogiendo la oreja del suelo se la colocó de nuevo en su sitio, y quedó completamente curado y sin dolor.
Después dirigiéndose a los príncipes de los sacerdotes, a los prefectos del templo, y a los ancianos, que habían sido enviados junto a los soldados a reducirlo les dijo:
- ¿Habéis venido con espadas y garrotes como si fuerais a por un ladrón peligroso? Aunque cada día estuve con vosotros en el templo, nunca pudisteis echarme la mano, porque aún no era la hora.
Más ésta es la hora vuestra y la hora del poder de las tinieblas.
El que busca encuentra.
Al día siguiente partió con ellos, acompañándoles también otros de los discípulos de Joppe.
Un día tardaron en llegar a Cesarea.
Cornelio por su parte, había convocado a sus parientes y amigos más íntimos, y con ellos ya lo estaba esperando.
Llegando cerca Pedro de su casa, le salió a recibir Cornelio y, postrándose a sus pies, quiso adorarle, más Pedro con rapidez lo levantó y le dijo:
- Levanta, pues yo no soy más que un hombre como lo eres tú.
Y conversando con él, entró en la casa, donde halló reunidas muchas personas. Entonces les dijo:
- Sé que no ignoráis qué cosa tan abominable es para un judío el trabar amistad con un extranjero, más Dios me ha enseñado en Su Infinita Sabiduría a no temer de ningún hombre aunque éste esté impuro o manchado, por lo que he venido sin dificultad alguna y abiertamente después de haber sido reclamado por Cornelio. Ahora bien: ¿Cuál es el motivo por el que me habéis llamado?
A lo que Cornelio respondió: - Cuatro días hace hoy que yo estaba orando en mi casa a la hora nona, cuando de repente apareció ante mí un ser con una indumentaria tan blanca y luminosa que me sobresaltó, y luego me dijo:
No temas. Tus oraciones y tus obras han llegado hasta lo más alto por tu gran respeto y acatamiento de la Ley de Dios, y todo esto ha hecho memoria de ti.
Por ello, envía a alguno a Joppe en busca de un hombre llamado Simón, y que tiene por sobrenombre Pedro, el cual está hospedado en casa de un curtidor igualmente llamado Simón, cuya casa se encuentra cercana a la mar.
Y cuando éste llegue a tu presencia te dirá lo que te es conveniente hacer.
Por ello es que envié por ti, y tú me has hecho la gracia de venir.
La Transfiguración de Jesús.
Y ocurrió que 8 días después de dichas estas palabras llamó para que le acompañasen a Pedro, y a Santiago, y a Juan, y con ellos subió a un monte a orar. Tal era el estado de oración que mientras estaba orando su semblante cambio totalmente apareciendo diferente al que conocían y sus ropas se volvieron blancas, luminosas y refulgentes. Y vieron como aparecían junto a Él dos extraños personajes que conversaban con Él, y los cuáles supieron después que eran Moisés y Elías. Aparecieron de forma gloriosa, luminosos, y escucharon cómo hablando con Él le referían de cómo sería su salida de este mundo, la cuál sucedería en Jerusalén.
Pedro, Santiago y Juan estaban envueltos en un ambiente tan celestial que parecían estar durmiendo y soñando al tiempo.
Entonces, reaccionando, fueron testigos plenos de la gloria luminosa de Jesús y de los dos extraños personajes que le acompañaban, y como vieron que se disponían a despedirse de Él, díjole Pedro:
- Maestro, estamos tan bien aquí.
Si quieres haremos tres tiendas o pabellones, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías.
Y mientras estaba diciendo esto, se formó una nube luminosa y entonces quedaron sobrecogidos por el temor.
Y de la luminosa nube salió una voz que les dijo:
- ESTE ES MI HIJO, EL ELEGIDO, ESCUCHADLE.
Y mientras oían esta voz los dos extraños acompañantes desaparecieron viendo entonces a Jesús solo, y ellos quedaron en silencio, y por consejo de Él no dijeron entonces nada de lo que habían tenido la dicha de ver.
Manuscrito de la Inquisición Española, en la que se narra como 19 testigos vieron una "Gran Cruz Luminosa" en el cielo sobre una Ermita en la localidad de Buendía, (Cuenca). El caso fue archivado sin explicación. Este Manuscrito Original está en el Archivo Diocesano de Cuenca, para todos aquellos que deseen consultarlo.